Hoy en la sección LA PLANTA DESTACADA hablaremos del Kalanchoe ×houghtonii, un híbrido artificial que actualmente es uno de los taxones con un comportamiento invasor más agresivo de todo el litoral mediterráneo catalán.
El origen y la entrada
Este taxón de origen híbrido se creó por primera vez en California en los años 30 del siglo pasado, mediante el cruzamiento forzado entre dos especies nativas de Madagascar, K. tubiflora y K. daigremontiana de la mano de A.D. Houghton, médico y botánico inglés residente en los Estados Unidos. Parece que el experimento fue repetido dos décadas más tarde en Portugal por F. Resende. No hay más datos del híbrido hasta que, a finales de la década de los 60, se cita por primera vez de Australia, esta vez ya en estado silvestre y, pocos años más tarde, ya en el continente americano. Las primeras citas en Europa son de principios de los años 90, en la comunidad Valenciana (provincia de Alicante), y en Cataluña no habría llegado hasta hace dos décadas, en cuanto a presencias confirmadas. Aun así, en solo veinte años se ha convertido en una de las especies alóctonas más presentes al litoral de nuestro territorio. Al tratarse de una planta suculenta y no soportar, teóricamente, las heladas invernales, de momento no forma poblaciones estables en el interior de Cataluña.
A la izquierda, propágulos que se forman a lo largo del margen de las hojas de Kalanchoe ×houghtonii. A la derecha, formación de una «alfombra“ cerca de Roses.
El Kalanchoe × houghtonii es una planta que puede legar (e incluso sobrepasar) el metro y medio cuando florece. Presenta hojas carnosas opuestas y más o menos lanceoladas, con manchas oscuras en la parte inferior y en el margen serrado donde se disponen los propágulos (pequeñas plántulas) que se acaban desprendiendo y que son los responsables de la reproducción vegetativa o asexual. Este tipo de reproducción es tan vigorosa que la planta puede acabar formando “alfombras” que impiden el crecimiento otras especies. Forma inflorescencias con flores péndulas muy vistosas, de color rojo oscuro. Si quieres conocer cómo identificarla con más detalle puedes consultar su ficha disponible aquí.
Los parentales: un problema añadido
Kalanchoe tubiflora, en Palamós.
El híbrido se diferencia de los parentales sobre todo por la morfología de las hojas: las K. daigremontiana tienen forma más triangular y además disponen de un pliego basal muy característico, mientras que las de K. tubiflora son subcilíndricas y solo se forman propágulos en la parte más distal.
Las dos especies parentales también están presentes en Cataluña, auqneu en menor medida que el híbrido. Kalanchoe tubiflora es una especie que está en clara expansión en Cataluña, y en algunas localizaciones ya se encuentra plenamente naturalizada; en el Vendrell, por ejemplo, hay una población establecida desde hace casi una década. En cambio, K. daigremontiana se encuentra, de momento, todavía en una fase muy incipiente de entrada en nuestro territorio: la primera observación es del año 2020 y solo se ha observado de manera puntual, siempre con poblaciones de pocos individuos. Aun así, hay que seguir de cerca la evolución tanto de K. daigremontiana como de K. tubiflora, puesto que ambas especies tienen comportamiento invasor en algunos lugares del planeta (particularmente K. tubiflora), como por ejemplo en Australia, en los Estados Unidos y en Cuba.
Situación en la Costa Brava: el papel del proyecto LIFE
Individuo de grandes dimensiones de Kalanchoe ×houghtonii, cerca de Roses.
Debido a su carácter limpiamente invasor, K. ×houghtonii es uno de los taxones diana de la red de observadores LIFE medCLIFFS. Solo durante la etapa preparatoria de los transectos para la red de voluntariade LIFE medCLIFFS primera mitad del año 2022), fuimos capaces de detectar unas treinta nuevas localidades en la Costa Brava, lo que ejemplifica el riesgo creciente que supone este híbrido para los hábitats naturales costeros. Del parental K. tubiflora (podéis consultar su ficha aqui),
pudimos localizar tres poblaciones nuevas en la Costa Brava durante el mismo periodo (en Blanes, en Lloret de Mar y en Palamós, esta última con un importante número de individuos, muchísimos juveniles). El trabajo de las dos redes será esencial para evaluar el estado de invasión y predecir su evolución en los próximos años. No descartamos que los voluntarios también puedan observar K. daigremontiana, detectada en Blanes en 2020 dentro de las instalaciones del Jardín Botánico Marimurtra.
Texto: Jordi López-Pujol
