El drosantemo (Drosanthemum floribundum (Haw.) Schwantes) es una planta crasa perenne de crecimiento postrado propia de ambientes litorales de Suráfrica. Se caracteriza para tener hojas cortas, cilíndricas con el ápice generalmente redondeado y densamente cubiertas de papilas hialinas que le confieren un aspecto brillante, como si estuviera cubierto por el rocío de la mañana. Pertenece a la familia de las aizoáceas, la misma de la uña de gato o “patata frita” (los Carpobrotus spp.), con flores de estructura similar pero en el caso del drosantemo mucho más pequeñas, máximo de 2,5 cm, de color rosado variable, a menudo pálidas y a veces de tonalidad más intensa. Los frutos son pentalobulados. Podéis consultar más detalles en la ficha de Flora Catalana.

 

 

En su área nativa crece generalmente en hábitats litorales, ocupando terrenos rocosos, arenosos o arcillosos. En estas regiones el clima es relativamente cálido y el régimen de lluvias bajo, aunque parte del agua puede provenir también de brisas marinas o de la niebla. En conjunto hablamos de un ecosistema de tipo mediterráneo parecido al nuestro, con comunidades vegetales similares a las que encontramos, por ejemplo, en la Costa Brava. Por este motivo, y como pasa con otras plantas alóctonas, esta especie se adapta muy bien al entorno natural de nuestro litoral.

 

El drosantemo se emplea bastante en jardinería, especialmente para hacer alfombras vivas de recubrimiento. El rápido crecimiento y la alta densidad de flores que presenta lo hacen muy atractivo. En varios jardines o viviendas se usa para cubrir muros o construcciones inclinadas formando un tipo de cascada colgante, puesto que no es una planta trepadora. Requiere terrenos drenados y se reproduce fácilmente de forma vegetativa mediante fragmentos, siendo uno planta que soporta bien la insolación y puede vivir con poca agua, prácticamente sin mantenimiento. Florece desde primavera hasta mitad o final del verano.

 

Se encuentra de forma subespontània en el área mediterránea, especialmente a la parte noroccidental (GBIF, iNaturalist). Aparece en muchos puntos del litoral catalán, incluyendo buena parte de la Costa Brava, en especial donde hay jardines y viviendas cerca. Los restos de poda, o la propia fragmentación de los tallos que van cayendo pendiente abajo, son el origen principal de la aparición de la especie o de su expansión. Este hecho resulta especialmente preocupante pues afecta el hábitat de acantilados litorales con Limonium spp. endémicas.

 

Parece que esta planta se encuentra en expansión en nuestra área litoral. Con el propósito de averiguar de forma objetiva si esto es cierto, dentro del proyecto LIFE medCLIFFS se está haciendo el seguimiento de sus poblaciones en varios tramos (especialmente del Camí de Ronda) por parte de un grupo de voluntarios, al igual que de otra treintena de especies invasoras o potencialmente invasoras. Al final del proyecto podremos extraer conclusiones fehacientes sobre este punto. El que ya hemos comprobado es que en algunos puntos del Parque Natural de Cap de Creus se encuentran algunos grupos de plantas subespontáneas, un área donde precisamente puede resultar más preocupante su presencia.

 

En definitiva, no consideramos Drosanthemum floribundum una especie invasora tan preocupante como Carpobrotus spp., por ejemplo, pero sí que muestra una clara adaptación en nuestro territorio y un evidente grado de competencia por el espacio y la luz. Puede llegar a formar un recubrimiento del terreno tan denso que no permite germinar o crecer plántulas de especies endémicas, a la vez que afecta también el desarrollo otros organismos como líquenes y musgos.

 

 

 

Texto: Carlos Gómez Bellver.