LA PLANTA DESTACADA – Limonios

Limonium tremolsii empezando a florecer

Hoy en la sección LA PLANTA DESTACADA hablaremos de los Limonios, concretamente las dos especies amenazadas que tenemos en la Costa Brava, Limonium geronense Erben i Limonium tremolsii (Rouy) Erben. Son plantas perennes con un tallo corto y leñoso, y unas hojas alargadas de punta redondeada, ligeramente carnosas que a veces se enrojecen. Ahora a principios de verano están en flor y se pueden ver las inflorescencias en forma de pequeños tallos que ramifican y terminan en hileras de flores de 5 pétalos. Las inflorescencias son de color lila pálido y se vuelven blanquecinas cuando caen los pétalos y quedan solo los sépalos papiráceos con un nervio central marrón oxidado.

Como la mayoría de limonios que tenemos, crecen en zonas más o menos rocosas y en suelos poco profundos y, también al aguantar bien la salinidad solemos encontrarlos en los acantilados. A simple vista los dos pueden parecer iguales, pero tienen algunas diferencias que cuestan de ver a simple vista, la diferencia más evidente es que el Limonium geronense tiene un pelo en la punta de la hoja y sus flores están más espaciadas. Además, se encuentra únicamente en el Cap de Creus por lo que es endémico de esta zona y no crece fuera de aquí.

Limonium tremolsiicreciendo entre guijarros.

 

Estado de los limonios

Las dos plantas se encuentran en la Lista Roja de la Flora vascular de España, el Limonium geronense como vulnerable (VU según la clasificación IUCN) y L. tremolsii como casi amenazado (NT según la clasificación IUCN). Son de crecimiento lento y al vivir en zonas de poco suelo no forman grandes extensiones, sino que más bien aparecen acompañadas de vegetación abundante propia del litoral como: Crithmum maritimum, Polycarpon polycarpoides, Daucus gingidium, Jacobea marítima, Helichrysum stoechas, Salsola vermiculata y Limbarda crithmoides. Se encuentran amenazadas o casi amenazadas, ya que por su tamaño, crecimiento y dispersión quedan fácilmente desplazadas por plantas más vigorosas que llegan a la región. Estas plantas invasoras suelen tener un comportamiento más agresivo contra las plantas del entorno, ya sea porque cubren el suelo y no permiten que llegue la luz o sencillamente porque se dispersan con mayor facilidad y se avanzan a las autóctonas.

Limonio creciendo entre tallos de Carpobrotus sp.

sta problemática tiene un origen antrópico. Si se debiera a causas naturales, las plantas de una misma región coevolucionarían, regulándose y alcanzando un equilibrio con el tiempo. Sin embargo, las plantas introducidas por el hombre no han coevolucionado con las especies locales. Además, su atractivo estético lleva a muchas personas a cultivarlas, lo que frecuentemente resulta en su escape de jardines. Dado que el clima es similar al de sus lugares de origen, estas plantas se naturalizan y desplazan a las especies locales debido a su comportamiento invasivo. Otro problema es la pérdida cultural del conocimiento sobre la flora autóctona. Las plantas pequeñas y menos vistosas son eclipsadas por las especies más llamativas, lo que hace que la gente no aprecie ni sea consciente de la desaparición de estas plantas nativas.

Limonio cubierto por Drosanthemum floribundum con las ramitas de las inflorescencias secas.

¿Cómo ver los limonios?

Durante el proyecto, se ha encuestado a los ciudadanos sobre su conocimiento de las plantas locales y de las tres especies invasoras más comunes en la región: la chumbera o nopal (Opuntia ficus-indica), la uña de gato (Carpobrotus spp.) y la gazania (Gazania rigens), las cuales están siendo objeto de trabajos de remoción. Se ha observado que, en general, muchas personas desconocen los limonios en comparación con las plantas invasoras, principalmente porque los limonios son menos llamativos y sus flores y frutos son más pequeños y discretos. Por ello, os animamos a salir al campo y aprovechar estos meses de buen tiempo para visitar la Costa Brava y observar las efímeras flores de los limonios, que ahora se muestran en su máximo esplendor. Sin embargo, si os adelantáis un poco, es posible que se vean todavía algunas ramitas marrones de las inflorescencias del año anterior.

Limonium geronense creciendo en una brecha de roca juntamente con una Gazania rigens.

Recordamos que al caminar en zonas rocosas se debe hacerlo siempre con seguridad. Si visitáis el Parque Natural del Cap de Creus, limitaros a seguir el camino asfaltado, ya que no está permitido salirse de él, y desde allí se pueden ver algunos ejemplares con facilidad. Además, es posible que encontréis otras especies de limonium. En Cataluña contamos con alrededor de 18 especies, algunas de las cuales se encuentran en zonas calcáreas, como la Costa Dorada.