5th Mediterranean Plant Conservation Week (5MPCW CY-2025)

Punta de un resort de verano en Limassol donde se ven los espigones que rompen el oleaje del mar y la flora que abunda plantada, principalmente alóctonas como los eucaliptos.

 

Durante la semana del 7 de abril se celebró el 5º congreso de conservación de plantas mediterráneas en Limasol, Chipre.

A lo largo de la semana se trataron temas de Conservación in-situ, ex-situ, restauración, gestión, diversidad, divulgación y ciencia ciudadana que se están llevando a cabo en los países de la cuenca mediterránea.

Maria Guirado (Diputació de Girona) y Edgard Mestre (técnico del proyecto) delante del póster de control biológico de la chumbera.

 

 

Por parte del proyecto se trajo un póster sobre la gestión con control biológico de la higuera de moro (Opuntia ficus-indica) con la cochinilla (Dactylopius opuntiae) que se ha estado trabajando desde la Diputación de Gerona en diferentes puntos de la Costa Brava. Fue muy bien recibido por varios investigadores como medidas de control, sobre todo en países del este mediterráneo en los que la cochinilla no ha llegado y de donde gran parte de los interesados desconecían esta medida.

 

 

 

 

 

Edgard Mestre (técnico del proyecto LIFE) presentando el Código de Conducta y la iniciativa «Planta otra!» durante la sesión de educación i conscienciación ambiental.

También se realizó una presentación oral de los resultados de las medidas preventivas del proyecto LIFE que se han desarrollado sobre todo a finales del 2024. Se explicó el Código de Conducta como herramienta de comunicación y sensibilización sobre la problemática de las plantas ornamentales invasoras en nuestro territorio. Se incluyó la explicación de la iniciativa “Planta’n una altra!” como herramienta preventiva que ofrecía diferentes soluciones frente la amenaza de esta flora invasora y se aprovechó para repartir unos cuantos cuadernillos del código.

 

Vistas desde el camino de Artemis en el Parque Forestal Nacional de Troodos.

 

El congreso incluía una salida de campo a diferentes puntos del Parque Forestal Nacional de Troodos. Se recorrieron diferentes ambientes más vírgenes, des de barrancos de ambient más húmedo hasta  boscques de coníferas cerca del pico de Chionistra a 1.850 msnm. En estas zonas protegidas se pudo apreciar como se trabaja la conservació de la flora autóctona y que a su vez reune un gran número de endemismos de la isla com el cedro de Chipre (Cedrus brevifolia), el roble dorado (Quercus alnifolia) o la Corydalis rutifolia.

Bosque de cedros de Chipre (Cedrus brevifolia). Un árbol endémico de la isla que se caracteriza per sus hojas en braquiblasto y muy cortas comparadas con sus otros parientes, muchas veces se le reconoce como una subespecie delcedro del Líbano (Cedrus libanii).

De izquierda a derecha: hojas de Quercus alnifolia mostrando el reverso con pelos dorados que le dan el nombre de «Roble dorado», la Corydalis rutifolia en plena floración y el pino salgareño del este (Pinus nigra subsp. pallasiana) de porte erecto con la copa que se abre y sus ramas cuelgan pareciendo un parasol.

 

Esta área se contraponía con el litoral sur del país enfocado al turismo y cuyas playas, y mayoría de la costa, ha sido totalmente modificada para introducir resorts de verano y otras instalaciones a costa de eliminar gran parte de su biodiversidad autóctona. Esta visión se veía acentuada al observar que casi toda la flora litoral de estas zonas es alóctona, con una preponderancia de especies como la acacia de hoja larga (Acacia longifolia), los eucaliptos (Eucalyptus spp.), las uñas de gato (Carpobrotus spp.), el espino cambrón de Sudáfrica (Lycium ferocissimum) y diferentes especies de ficus (Ficus spp.).

De izquierda a derecha; individuos adultos de eucaliptos (Eucalyptus sp.) cerca de la costa con gran exposición al suelo salinos, alfombras de uñas de gato (Carpobrotus spp.) creciendo sobre la duna delante el mar y un arbusto de espino cambrón de Sudáfrica (Lycium ferocissimum) con sus frutos rojos visibles que se dispersan gracias a los pájaros.

 

A pesar de no ser toda la costa, esta situación deja entrever los distintos tipos de gestión y conservación que encontramos en países de clima como el nuestro y como el problema de la flora alóctona invasora es relevante no sólo a nivel local sinó global. Una de las reflexiones que nos llevamos fue que aún queda mucho trabajo por hacer para conscienciar a la población.

Texto y fotografías: Edgard Mestre

Montículo de rocas acumuladas en un bosque de Cedrus brevifoliaPinus nigra subsp. pallasiana en Troodos con Arabis purpurea, una Brassicácea endémica de esta región de Chipre.